Como todos sabéis Euskadi tiene rincones maravillosos para todos los gustos.
Lo cierto es que quienes vivimos aquí, tenemos la gran suerte de poder disfrutar tanto de la montaña, como del mar, sin necesidad de largos desplazamientos, por no hablar de la gastronomía y otras exquisiteces, ¡claro!
En esta ocasión, os quiero presentar un hotel familiar que goza de una ubicación privilegiada, en un alto rodeado de viñedos y mirando al mar. Qué más se puede pedir, ¿verdad?
Se trata del Hotel San Prudentzio de Getaria, un hotel regentado en la actualidad por la tercera generación de una familia de larga tradición hotelera. Nada más llegar al hotel, uno se da perfecta cuenta de que sus dueños, además de cuidar hasta el más mínimo detalle, hacen lo imposible para que sus huéspedes se sientan como en casa. Por ello se decidieron a reformar el hotel por completo en 2013, otorgándole un aire moderno y refinado, digno de admirar.
Y, sin duda alguna, lo mejor de todo, desconectar del mundo mientras disfrutas de un estupendo desayuno casero en la terraza, gozando de una absoluta tranquilidad y unas espectaculares vistas sobre el mar Cantábrico.
Un pequeño placer al que no debes renunciar. ¡Mira tu agenda, busca un hueco y date el capricho!
Y si quieres completar el plan, en Getaria lo tienes realmente fácil con el Museo Balenciaga y una oferta gastronómica formidable.
El Museo Balenciaga se ubica en un edificio nuevo anexo al Palacio Aldamar. Este Palacio, situado en una colina que corona topográficamente Getaria, fue la antigua residencia de los marqueses de Casa Torre, abuelos de la reina Fabiola de Bélgica y mentores de Balenciaga en sus primeros años de carrera. En la actualidad, el Museo Cristóbal Balenciaga desarrolla su programación con el fin de dar a conocer la vida y obra de este reconocido modisto, su relevancia en la historia de la moda y el diseño, y la contemporaneidad de su legado.
En cuanto a la oferta gastronómica, lo cierto es que resulta difícil decantarse por uno de los Restaurantes, ya que son todos de gran calidad... pero, dado que el restaurante Elkano ha estrenado recientemente su primera estrella Michelín, creo que se merece nuestra mención, además de nuestra más sincera admiración.
El restaurante Elkano es sin duda un gran ejemplo de tradición, esfuerzo, saber hacer y constancia... Justo el año en que sufría la mayor de sus pérdidas, con el fallecimiento de su impulsor Pedro Arregi, y en que celebraba su 50 aniversario, conseguía su mayor logro y su mejor reconocimiento. La primera estrella Michelín supone la consagración de este restaurante que hay que visitar y disfrutar, al menos, una vez en la vida.
Decir además que este restaurante sigue su trayectoria bajo los mandos de Aitor Arregi quien conoce mejor que nadie todos los secretos de la cocina y el mar. Para finalizar, si bien todos los platos que he podido degustar allí son exquisitos, recomendaría las Kokotxas tres tipos (a la brasa, en salsa y rebozadas). ¡Inigualables!
¡Feliz visita!
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