jueves, 18 de octubre de 2012

Al calor de una buena chimenea

Cuando empieza a llegar el frío y la lluvia, cuando las hojas comienzan a caer, para formar esas preciosas alfombras naturales, empiezo a ser consciente de que el verano nos ha abandonado irremediablemente. Y es entonces cuando me da por pensar en esos caserones de piedra y madera, con su fuego bajo, su cálido salón, ese sabor a hogar que tanto me gusta y del que tan pocas veces podemos disfrutar. Y así es como cada año por esta época me pongo a navegar por internet con el objetivo de descubrir algún nuevo rincón. Los requisitos indispensables son: hotelito con encanto en un entorno tranquilo, buena gastronomía y un salón con una gran chimenea.

Y la verdad es que siempre termino buscando un hueco en mi agenda para realizar una escapada a uno de esos recónditos lugares. A continuación os cuento cuáles han sido algunos de mis descubrimientos:

Hotel Ansotegi (Etxebarria - Bizkaia)

El Hotel Ansotegi es ya un clásico para mi. La verdad es que lo tenía un poco apartado de mi mente, pero al volver a verlo... me ha traído unos estupendos recuerdos.

Se trata de un hotel encantador, que ocupa una antigua ferrería, situada en la cuenca de Lea-Artibai, en Bizkaia. El enclave aúna la casa palacio, la ferrería, un molino asociado y un sencillo puente. El conjunto resultante es impresionante por la altura que tiene y porque se apoya en un único pilar. Este efecto queda más patente cuando tomamos asiento en el magnífico salón, donde podemos disfrutar de una agradable lectura al calor de la chimenea. 



La Casona del Capellán (Riocorbo - Cantabria)

Este encantador hotel se encuentra en Riocorvo, un pequeño pueblo de 180 habitantes, que fue declarado Bien de interés cultural en la categoría de "Conjunto histórico" gracias a sus numerosas casonas de estilo barroco.
La Casona del Capellán es una típica construcción noble cántabra, construida en 1760 y cargada de encanto e historia.
Todo el hotel ha sido concebido como un homenaje a los viajes que realizó el misionero dominico Fray Pedro de Bustamante. De este modo, con sus cuidados detalles, delicadas porcelanas traídas de países lejanos e impresionantes lámparas que presiden tanto los lugares comunes como las habitaciones, el hotel ofrece una magnífica oportunidad de viajar lejos sin salir de él. En tan sólo 14 habitaciones podemos recorrer Europa, Asia, América y África. Sin duda, un lugar apetecible para relajarse, leer y disfrutar de un fin de semana otoñal y romántico.

Hotel Remanso de Gredos (Navalonguilla - Ávila)

Prados, bosques, gargantas, ríos, cumbres, nieves perpetuas… Naturaleza y montaña por doquier. Un lugar de ensueño donde perderse para huir del estrés, descansar o, simplemente, disfrutar…
En este paraje idílico e indescriptible se halla situado El Remanso de Gredos, un hotel rural con encanto, situado en la provincia de Ávila, junto a las estribaciones de la Sierra de Gredos y con magníficas vistas a la montaña.

Además de ofrecer una cuidada decoración en cada uno de sus rincones, el Remanso cuenta con un restaurante de cocina local, un bar y una terraza con vistas maravillosas. Y, por supuesto, un fuego bajo que invita a relajarse y disfrutar del silencio y la tranquilidad. En definitiva, todo lo necesario para no salir del hotel en todo el fin de semana.

¿Verdad que cualquiera de las tres propuestas suena la mar de bien? Ya estoy pensando en hacer un hueco en mi agenda para ir planificando la próxima escapada. Ahora que se acerca el frío, la idea de disfrutar de un buen libro, al calor de una chimenea y en buena compañía, resulta tremendamente apetecible.

Besos,

Mireia Elkoroiribe


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